Hay imágenes que nos dejan mudos o que nos sobrepasan; o que las palabras no alcanzan a dar cuenta de lo que una imagen sí puede. Pero también hay situaciones en las que las palabras nos auxilian para entender, explicar y hacer hablar a aquellas imágenes sin mucho sentido. Al colocar palabras en una imagen se obtienen sentidos renovados y muy enriquecedores. A veces una imagen sin palabras que la ubiquen en el tiempo y el espacio, a menudo permanece muda.

Acequia privada
(Terreno en Tilcara que encierra un curso de agua)

Imágenes y realidad
Las imágenes no reflejan, ni replican, ni son copias fieles de la realidad sino que la representan. Lo que vemos en las imágenes, sean éstas fotográficas, televisivas, cinematográficas, pictóricas, etc., es una versión posible de la realidad, pero no es la realidad con mayúsculas, única e indiscutible.
No hay miradas inocentes y puras
En la visión entran en juego las emociones, los afectos, los encuentros con los otros, en alguna medida, el deseo y las ganas de mirar. Mirar es un acto voluntario. Todas las miradas suponen saberes previos, expectativas, miradas anteriores, experiencias, etc. Cuando miramos establecemos anticipaciones y comparamos lo que vemos con lo que ya sabemos o con lo que esperamos ver.
La relación entre ver y saber
Es cierto que nuestros saberes configuran nuestras miradas. El ejemplo más claro es que, frente a una misma imagen (pintura, foto, etc.) no todos vemos lo mismo. Completamos sentidos cuando vemos una imagen, los rostros, las expresiones, la vestimenta nos hacen imaginar qué está sucediendo o habrá sucedido en esa escena, podemos llegar a inventar una historia.
Acerca del hiperestímulo visual
Hay quienes plantean que la vida cotidiana está sobrecargada y sobresaturada de imágenes y que esta especie de bombardeo nos atonta, nos insensibiliza y nos impide pensar y actuar. La proliferación de imágenes desgarradoras, por ejemplo, de niños desnutridos, de guerras, de matanzas es un claro ejemplo de ello.
El poder de las imágenes
Existen imágenes que nos hacen llorar; están aquellas que tienen la capacidad de dibujar una sonrisa en nuestros rostros; algunas nos hacen exclamar y otras, directamente, cerrar los ojos, apartarlos. Las imágenes nos provocan, despiertan respuestas, nos movilizan, en síntesis: tienen poder.
Imágenes y estereotipos
Imágenes y transmisión
Por su capacidad de atraer, de captar la atención, como así también de habilitar la imaginación, las imágenes pueden ser una fuente ideal para transmitir conocimientos. Es el lugar que muchas veces se les ha asignado en las escuelas: las imágenes suelen acompañar, a la manera de ilustraciones, a los contenidos conceptuales.

No hay comentarios:
Publicar un comentario